Click, Click…

Muchos de nosotros hemos oído alguna vez el martilleo de una gotera, algo que resulta molesto para casi  todo el mundo.

goterasPara nuestra tranquilidad,  esta escena del cubo o el barreño recogiendo ese goteo no es tan habitual como parece, y muchas veces es  una señal de escaso mantenimiento realizado, pues hasta que se llega a ese punto, casi siempre suelen aparecer antes otros síntomas, como fisuras o cercos de humedad. Sigue leyendo

¿Y si se agotara el petroleo, qué hacemos?

Muchos de nosotros ya estamos acostumbrados a ver en el paisaje, o bien grandes campos de placas solares, o bien gigantescos parques eólicos con un montón de aerogeneradores.

Obviamente, estos producen una energía infinitamente más limpia que la que estamos acostumbrados a utilizar en nuestras casas, pues nuestro gasto energético está basado en el consumo del petróleo.

Sin embargo, hay un gasto nada despreciable en el transporte hasta las centrales y posteriormente hasta nuestras casas.

Para evitar esto, es posible que a corto plazo empecemos a oir una cosa que se llama energía renovable descentralizada (ERDE); la ERDE es aquella que se genera a nivel local (edificios, locales comerciales, viviendas) y que es consumida en el mismo lugar donde se genera. Así, en vez de tener sólo unas pocas centrales que produzcan grandes cantidades de energía para un país, se utilizan miles de unidades locales de generación que pueden abastecer las necesidades de la población., por lo que en las cubiertas de nuestro barrio se instalarían paneles solares, microturbinas eólicas, bombas de calor o celdas de hidrógeno, por ejemplo. En definitiva, funciona como una red electrica en miniatura, que se conecta a la red principal de energía mediante una única conexión.erde

¿Qué ventajas tiene la ERDE?

  • Es un sistema más eficiente, ya que con la estructura energética tradicional se pierde casi el 60 % en su generación y transporte. Con una red local de energía casi no hay pérdidas de transporte, con lo que se aprovecha mejor la energía generada. El rendimiento energético podría alcanzar hasta  un 30% más.
  • Es fiable, porque con miles de unidades generando electricidad es prácticamente imposible que se produzcan grandes cortes de electricidad. Si una unidad tiene problemas, las unidades cercanas pueden amortiguar el problema.
  • Disminuye la dependencia del petróleo y otros combustibles fósiles, cuyo precio no deja de subir. Además, es importante mencionar que en varios países desarrollados, las personas que generen electricidad a partir de energías renovables y tengan excedentes, pueden venderlos a la red principal generando ingresos extras.
  • Es una energía limpia,  pues en el proceso de transformación de la energía en electricidad y calor  no se libera CO2. Además estas fuentes son inagotables, es decir, verdaderamente renovables

El rendimiento financiero mejorará muchísimo en los próximos años debido a las crecientes subidas de las tarifas energéticas y las subvenciones estatales. Además esta inversión es muy estable.

En resumen, tanto desde el aspecto técnico como financiero es realizable hoy mismo; una verdadera oportunidad para contribuir directamente a la energía del futuro.

Certificación energética (II)

En la anterior entrada describí algunas pinceladas para conocer en que consiste la certificación energética.

Ahora quiero ampliaros un poco más la información. Para empezar, decir que la validez de la certificación energética es de 10 años, salvo que en la vivienda se haga una reforma significativa en este periodo de tiempo, por lo que en este caso se recomienda actualizar la certificación energética.

Cuando tenemos en nuestras manos una certificación energética lo que más nos debe llamar la atención es lo siguiente:

Certificación energética edificios

Como se puede deducir del etiquetado, hay 7 categorías, de la  A a la G, es decir, de menor a mayor consumo.

Lo que quizá se desconozca es que tener una clase A o B es todo un privilegio; para muestra, un botón:

Los edificios construidos desde 2007 al amparo del Código Técnico de la Edificación normalmente poseen una calificación E o D, siendo estos diseñados bajo unos parámetros de calidad más exigentes que los edificios anteriores a 2007. Así que es fácil suponer que, en general,  los edificios construidos antes de 2007 tendrán una calificación menor. Es más, si aproximadamente la mitad de las viviendas construidas en nuestro país poseen más de 50 años y no se han sometido a importantes reformas, podemos imaginarnos que ante una hipotética certificación energética estarían etiquetadas como F o G.

La buena noticia es que conseguir “subir” una o dos letras con la certificación energética es relativamente sencillo: con mejorar un poco los aislamientos, colocar unas buenas carpinterías exteriores y tener una caldera de mejor rendimiento, el objetivo seguramente estaría conseguido.